El uso que le damos al WiFi ha evolucionado desde su creación en 1999. Los 2 megabits por segundo de velocidad de conexión que en su momento fueron el estándar, en la actualidad sufrirían para reproducir una serie en streaming o navegar por redes sociales. Cuesta imaginarse lo diferente que sería nuestro día a día sin WiFi, una tecnología que desde su implantación se ha vuelto imprescindible en nuestras vidas. En casa, en la oficina o en una cafetería, para ver nuestra serie favorita en streaming, dotar de inteligencia a nuestra smart home a través de dispositivos IoT, hacer una videollamada o mandar memes a amigos. Su relevancia en la sociedad actual es tal que desde hace casi una década cada 20 de junio se celebra el Día Mundial del WiFi. Pero no todo es alegría en el mundo de la conexión inalámbrica. A veces, una importante videollamada de trabajo se congela, la serie que estás viendo empieza a pixelarse cuando la trama se volvía interesante o el vídeo que han mandado por el grupo de amigos no se descarga y no puedes conocer qué es lo que les hace tanta gracia. En casos como estos, una mala conexión puede fastidiarnos el día, pero son muchos más los casos en los que la solución a – casi – todos nuestros problemas puede ser más fácil de lo que podría parecer. SPC, la marca española de tecnología de consumo, ha recopilado 5 consejos para que hasta la persona menos techie pueda sacar el máximo provecho de su red WiFi: 1. La solución más básica y también la más efectiva: reiniciar. Sí, puede resultar demasiado simple para ser real, pero en muchas ocasiones un simple reinicio del rúter puede ser nuestro mejor aliado. Con su uso, los aparatos van acumulando desde recursos y conexiones activas hasta datos temporales. Apagarlo y volverlo a encender permite al rúter liberar toda la información acumulada que no necesita y lo ralentiza, o incluso corregir errores de software que puedan estar afectando a la conexión 2. Tu WiFi tiene dos frecuencias de conexión, utiliza la más apropiada en función del uso que le vayas a dar. Los rúters esconden una funcionalidad desconocida para muchas personas: puedes elegir entre una frecuencia de 2,4 gigahercios (GHz) o una de 5. La diferencia más básica entre ambas es la velocidad máxima que pueden alcanzar y el rango de red o, en otras palabras, cuánto de rápido puedes navegar y cómo de lejos te llegará la señal. En este sentido, la red de 2,4 GHz es perfecta para conectar dispositivos alejados del rúter, ya que alcanza mayores distancias con menor velocidad de conexión, al contrario que la de 5 GHz que, al llegar a mayores velocidades en distancias más cortas, es ideal para ver series o jugar online. 3. El número de dispositivos conectados a la red afecta a su velocidad: la conexión WiFi ha cambiado para siempre nuestras vidas y nuestros hogares. No solo teléfonos móviles y ordenadores se conectan actualmente a la red, sino también dispositivos de hogares inteligentes como termostatos, cámaras de vigilancia o incluso básculas. Para evitar una posible saturación de la red se recomienda usar repetidores WiFi o rúters de doble canal. 4. Puedes estar compartiendo tu WiFi con alguien sin saberlo: es importante asegurarse de que nadie ajeno puede acceder y controlar el rúter. Estos dispositivos generalmente vienen configurados por defecto con direcciones IP y claves de sus puertas de acceso similares entre sí. Cambiar estas configuraciones y contraseñas por otras personalizadas que se puedan recordar bien también ayudará a evitar que alguien externo te pueda denegar o ralentizar la conexión a tu propia red, y es tan sencillo como revisar la dirección IP de tu dispositivo, que se puede consultar en tu smartphone fácilmente, en el mismo lugar que la contraseña del WiFi, e introducirla en tu navegador de internet. 5. Si la conexión no llega al exterior del hogar, nadie podrá conectarse: disminuir la potencia emitida por las antenas del rúter ayuda a incrementar la seguridad sin comprometer la conexión del núcleo familiar. Para que alguien pueda aprovecharse de tu conexión WiFi tiene que estar conectado a la misma, por lo que reducir la potencia desde el mismo menú en el que hemos cambiado anteriormente su configuración y contraseñas, o dirigir las antenas hacia el interior del domicilio es una buena estrategia frente a amenazas. La conexión WiFi ha cambiado para siempre nuestras vidas. Cabe esperar además que continúe evolucionando y adaptándose a nuevas necesidades. Es por ello por lo que no podemos permitir que una conexión lenta se convierta en una piedra en nuestro camino. Siguiendo estos fáciles consejos, tanto velocidad como seguridad de la red irán de la mano. [button url="https://cdn.shopify.com/s/files/1/0506/9678/1998/files/MS_20_junio_-_Dia_Mundial_WiFi_5_consejos_para_una_conexion_WiFi_segura_web.docx?v=1749540543" text="Descargar"]
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