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30 de noviembre – Día Internacional de la Seguridad Informática Ciberseguridad doméstica: las cinco medidas básicas que SPC recomienda para evitar accesos no deseados a tus dispositivos

SPC, con una larga trayectoria en el desarrollo de dispositivos accesibles y seguros para toda la familia, recoge varios consejos para aplicar en el uso de los dispositivos con el objetivo de mejorar la seguridad informática y fomentar hábitos digitales adecuados para toda la familia. 

Fomentar hábitos de seguridad digital en niños y personas mayores es esencial para protegerlos de los riesgos tecnológicos. El 58,7% de las familias con personas mayores a su cargo señala las llamadas fraudulentas como la principal preocupación tecnológica para los sénior, lo que subraya la necesidad de herramientas para mejorar la seguridad de sus dispositivos.

 

España se encuentra en la lista corta de los países con mayor incidencia en ciberataques de entre los europeos, situándose en la quinta posición según un informe de Microsoft Digital Defense. Casi la totalidad de los ataques están relacionados con la filtración de datos, que permite a los ciberdelincuentes descifrar contraseñas y conseguir así acceder a información sensible con fines económicos. Este incremento de amenazas digitales convive con un uso cada vez más intensivo y generalizado de smartphones, tablets, relojes inteligentes y dispositivos conectados, que pueden ser vulnerables a accesos no deseados si no se toman las precauciones necesarias. 

En este escenario, SPC, marca española de electrónica de consumo, recuerda que proteger nuestros dispositivos es más sencillo de lo que parece y ofrece cinco recomendaciones para disfrutar de la tecnología con mayor seguridad:

1.      Mantener los dispositivos actualizados:

Las actualizaciones no solo añaden funciones nuevas, también incorporan mejoras de seguridad que corrigen vulnerabilidades y ayudan a evitar accesos no deseados. Comprobar si un dispositivo está actualizado es muy sencillo y en la mayoría de smartphones y tablets basta con acceder a los ajustes del sistema y entrar en el apartado de actualización del software para ver si hay alguna versión pendiente.

En el caso de las aplicaciones, conviene revisar de vez en cuando la sección de actualizaciones disponibles dentro de la tienda oficial del dispositivo para asegurarnos de que todas las apps cuentan con las mejoras de seguridad más recientes.

2.      Revisar los permisos que otorgamos a las apps en nuestros dispositivos:

Con el paso del tiempo, muchas aplicaciones terminan acumulando permisos que no siempre son necesarios para su funcionamiento. Es habitual que algunas apps soliciten acceso a la ubicación, la cámara, el micrófono o la agenda de contactos, incluso cuando no son necesarios para su funcionamiento, exponiendo más información de la que imaginamos. Revisar estos permisos en los ajustes del dispositivo permite tener un mayor control sobre qué datos compartimos con cada aplicación y limitar aquellos que no sean imprescindibles. Esta es una forma sencilla de reforzar la privacidad y evitar posibles riesgos derivados de accesos innecesarios.

3.      Extremar la precaución al conectarse a redes públicas:

Las redes abiertas que encontramos en cafeterías, estaciones o centros comerciales no siempre ofrecen las mejores garantías de seguridad para nuestros dispositivos y los datos personales que contienen. Los smartphones y tablets actuales cuentan con una función de detección de redes que avisa a los usuarios cuando hay una red pública abierta, pero esta función no analiza la seguridad de esta. En los dispositivos Android puedes desactivar esta detección automática de redes WiFi en el apartado Preferencias de red de los Ajustes de WiFi.

4.      Activar las funciones de protección integradas y hacer copias de seguridad:

Muchos dispositivos incorporan herramientas de protección que trabajan en segundo plano y ayudan a identificar comportamientos sospechosos, analizar aplicaciones o alertar sobre posibles riesgos, como Google Play Protect. Comprobar que estas funciones están activas añade una capa de seguridad adicional sin necesidad de instalar softwares de terceros. Realizar copias de seguridad periódicas en la nube o en un dispositivo externo permite asegurar que la información esencial esté protegida en caso de pérdida o fallo técnico.

5.      Impulsar hábitos de seguridad informática entre niños y personas mayores:

La protección digital también implica acompañar a quienes pueden ser más vulnerables a los riesgos informáticos. En el caso de los niños, es vital acompañarlos en el desarrollo de hábitos digitales seguros desde edades tempranas y armarles con la capacidad de identificar información sospechosa, evitar descargas de fuentes no verificadas y, especialmente, no compartir datos personales online. 

En el caso de las personas mayores, pueden sentirse inseguros a la hora de relacionarse con algunos dispositivos y novedades tecnológicas. De hecho, uno de los problemas más habituales en el uso del móvil sigue siendo la recepción de llamadas fraudulentas o de números desconocidos. Según un estudio realizado por SPC, el 58,7% de los familiares o personas cuidadoras señala este tipo de llamadas como el principal problema al que los usuarios sénior se enfrentan en el uso de su teléfono, por encima de otros aspectos como ajustar el brillo o el volumen, entender las notificaciones y gestionarlas o enviar mensajes.

Ante esta situación, herramientas como la aplicación gratuita SPC Care pueden facilitar enormemente su día a día, ya que permite a familiares y cuidadores gestionar de manera remota ciertos aspectos del dispositivo del usuario mayor como la lista de contactos. Las opciones de añadir, eliminar o editar contactos, nos van a ayudar a educar a nuestros mayores en que solo respondan a los contactos favoritos o incluso nos van a permitir guardar números spam bajo nombres llamativos como “NO COGER” o “FRAUDE”, para asegurarnos de que no responden llamadas de números desconocidos o fraudulentos. Así, se refuerza la autonomía digital de las personas mayores aportando tranquilidad tanto a ellos como a sus familiares y cuidadores.

Proteger nuestros dispositivos no debería ser una tarea compleja. Con unos pocos hábitos incorporados a la rutina digital, cualquier persona puede disfrutar de la tecnología con mayor seguridad y confianza. En SPC creemos que la protección no solo pasa por el propio dispositivo, también por acompañar a quienes más lo necesitan para que puedan relacionarse con la tecnología de una forma sencilla, segura y a su medida”, señala Verónica Catediano, responsable de comunicación de SPC.

 

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