¡Descúbrelo!
En ocasiones tu equipo puede ir lento debido a que tienes demasiadas aplicaciones o algún virus, descubre cómo acelerar Windows 10 al máximo.
Con el paso de los años los sistemas operativos se ralentizan. Esto es debido a que cada vez sus actualizaciones tienen más peso y pueden tener dificultad para funcionar en sistemas equipos con poca memoria RAM. Pero, aunque tu ordenador no sea de última generación, te vamos a enseñar cómo acelerar Windows 10 al máximo.
Comprueba si el equipo está infectado
Lo primero que debes hacer es comprobar las causas que pueden estar haciendo que tu equipo vaya lento. Para ello es recomendable que utilices habitualmente un antivirus. Puedes utilizar uno de pago o cualquiera de los que se ofrecen de manera gratuita ya que son igual de eficaces contra este Malware que consume muchos recursos del ordenador y por supuesto ralentiza considerablemente su funcionamiento. Deberás pasar el antivirus con cierta frecuencia, de esta manera te asegurarás de que tu equipo está totalmente protegido.
Para evitar que tu equipo adquiera virus es importante que no instales programas sin licencia ya que estos suelen incluir archivos maliciosos que pueden infectar tu equipo y hacer que su funcionamiento sea mucho peor.
Generalmente un equipo puede ir lento por los restos que dejan en él las aplicaciones desinstaladas y los archivos temporales, así como las entradas que se generan en los registros de Windows, es importante que limpies este tipo de archivos y reinicies tu equipo.
Reinicia el ordenador y desinstala programas
Debido al uso intensivo que algunas personas realizan del ordenador por motivos de trabajo, el equipo puede pasar semanas encendido o en hibernación. Esto no es bueno para el PC ya que mientras el equipo está encendido Windows está ejecutando cientos de procesos simultáneos que conllevan instalaciones y desinstalaciones y continuas escrituras en el disco duro. Además, estos trabajos de Windows pueden dejar procesos en suspenso que consumen recursos del sistema y la CPU del equipo. Para que estos procesos se finalicen es conveniente reiniciar el ordenador al menos una vez por semana.
Otro de los motivos por el que puedes notar que tu ordenador va lento es porque tienes instaladas aplicaciones y programas que ya no usas. Estos, estarán trabajando en segundo plano sin que te des cuenta y consumiendo recursos, lo que a la larga hará que el rendimiento del equipo se ralentice. Es conveniente, por tanto, que revises los programas instalados y elimines aquellos que no uses habitualmente. Para ello tan solo deberás acceder al panel de control y pulsar sobre programas. A continuación, se abrirá una lista con todo lo instalado en tu ordenador, deberás buscar el que quieras eliminar y desinstalarlo.
Optimiza el proceso de arranque
Otra opción para que el equipo se inicie antes es activar el llamado "arranque rápido" por lo general viene desactivado por defecto. Lo encontrarás accediendo a Opciones de energía > elegir comportamiento de los botones inicio/apagado > cambiar configuración actualmente no disponible> activar arranque rápido.
Dentro de este proceso de arranque también existen aplicaciones que se ejecutan justo al encender el ordenador, lo que hace que este sea más lento. También podemos hacer que estas se ejecuten una vez que el equipo se haya encendido. Para ello deberás pulsar en Cortana y a continuación en ejecutar. Se te abrirá un cuadro de texto en el que deberás escribir: services.msc y aparecerá la lista de los programas que se ejecutan al iniciar el ordenador. A continuación, cuando hayas seleccionado el programa pulsa en Tipo de inicio y propiedades y selecciona tipo de inicio automático (inicio retrasado).
Con estos sencillos trucos conseguirás que tu sistema operativo Windows 10 vaya más rápido de manera que podrás optimizar todos los procesos que necesites realizar con tu ordenador tanto para tu tiempo de ocio como para tu trabajo.
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