Desde teléfonos móviles hasta tablets, pasando por ordenadores o auriculares. La cantidad de dispositivos electrónicos que utilizamos a diario sigue creciendo año a año, al mismo tiempo que lo hacen los kilogramos de residuos electrónicos generados en nuestro país.
Solamente en España durante el año 2022 se desecharon 935 mil toneladas de residuos electrónicos, cifra que nos situó como el sexto país más generador de Europa según datos del Observatorio Internacional Sobre Residuos Electrónicos de 2024. En el otro lado de la balanza, en el mismo periodo fueron 395 mil las toneladas recogidas y recicladas que fueron oficialmente documentadas.
Con motivo del Día Mundial del Reciclaje (17 de mayo), la marca española de tecnología de consumo SPC comparte un listado de buenas prácticas para disminuir la huella que dejamos al deshacernos de los dispositivos electrónicos que ya no utilizamos, 4 consejos para hacer un uso consciente de equipos usados y concienciar sobre la importancia de disminuir nuestro impacto en el medio ambiente.
1. Dale una nueva vida a tu dispositivo. Aunque sientas que necesitas un nuevo smartphone con las últimas funcionalidades o una tablet con la pantalla más grande y mejor resolución, lo más probable es que haya alguien que pueda seguir dándole uso a tu antiguo equipo y alargar su vida. En este sentido, en España hay algunas asociaciones y ONGs que estarán encantadas de recibir tus aparatos usados.
2. Un desperfecto no es el fin del mundo. Un arañazo en la pantalla, una tecla que no funciona, una batería que se descarga demasiado rápido… son piezas que se pueden sustituir. Antes de desprenderte de un dispositivo porque le ha aparecido un defecto, es importante valorar si es viable reparar ese pequeño imprevisto en vez de ir a la tienda a comprar un equipo nuevo.
3. Vender o intercambiar para comenzar a pagar el nuevo dispositivo. Si estás decidido a hacer la inversión y comprarte un dispositivo nuevo, puedes conseguir una pequeña ayuda vendiendo el antiguo a una tienda especializada. Aunque pienses que tu equipo usado ya no tiene interés seguro que hay especialistas interesados en él, en su conjunto o hasta por partes. Además, también hay tiendas que te harán un descuento en la compra de tu nuevo dispositivo si entregas el antiguo. Antes de hacerlo es importante eliminar toda la información personal y datos restableciendo el dispositivo de fábrica para proteger tu privacidad.
4. Separa y reutiliza los accesorios. A la hora de reciclar un dispositivo, no olvides prestar atención a cargadores, cables, auriculares o fundas, ya que no siempre deben seguir el mismo proceso de reciclado que un dispositivo. Algunos, como los cargadores o los auriculares, pueden ser reutilizados con tu nuevo dispositivo si son compatibles. Otros, como las fundas, pueden reciclarse por separado si sus materiales lo permiten.
5. Si vas a tirarlo, llévalo al punto limpio. Y si, como último recurso, no hay más remedio que deshacerte de tu antiguo dispositivo, debes considerar que, con la cantidad de componentes que se esconden en su interior, no es conveniente operar el dispositivo por tu cuenta. Algunas baterías, por ejemplo, pueden ser peligrosas si se manipulan incorrectamente.
En cuanto al contenedor, ni el amarillo de plásticos y envases ni el de restos son adecuados para su correcto reciclaje. Cuando tu equipo ya se encuentra obsoleto, y una vez hecha la copia de seguridad y retiradas las tarjetas SIM y de memoria para no perder nada, éste debe llevarse a un punto limpio donde pueda ser gestionado como residuo. Para facilitar esta tarea, puedes consultar el buscador online de puntos limpios que pone a disposición de los usuarios la OCU.
Disfrutar de un nuevo dispositivo, siguiendo alguna de las prácticas recomendadas por SPC, no tiene por qué causar estragos en el medio ambiente. Hacer un uso consciente de los aparatos y aprovechar toda la vida que están preparados para ofrecer es una forma más de fomentar un estilo de vida sostenible.
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