En estas fechas es fácil que muchos de nosotros hayamos recurrido a Amazon para encontrar los regalos que Papá Nöel o Los Reyes Magos no tienen entre su catálogo. Y si algo le pedimos a la gran empresa logística es eficacia y rapidez en el envío. Conscientes de lo importante que son estas dos cosas para su público, Amazon está pensando en cómo agilizar todo el proceso y ser capaz de entregar los pedidos en menos tiempo.
Para ello, Amazon ha pensado en eliminar los códigos de barras de los productos que ellos envían y sustituir este sistema de reconocimiento por uno basado en la IA (Inteligencia Artificial). Este cambio responde a algunos inconvenientes que presenta la identificación por código de barras. A veces, por ejemplo, no es fácil encontrar dónde están, pueden deteriorarse o ser difíciles de leer y escanear si están pegados a superficies irregulares.
La compañía ya trabaja en la solución y ya la está probando en sus centros logísticos de Barcelona y Hamburgo: prescindir de los códigos de barra e incluso dejar atrás el propio proceso de identificación manual de los artículos. Para resolver esta dependencia a los códigos de barras “incómoda e ineficiente”, según la califica la compañía, Amazon apuesta por la identificación multimodal, conocida como MMID.
Este nuevo sistema consiste en identificar los productos en función de su aspecto y dimensiones. Para conseguirlo, lo primero que tuvieron que hacer en los centros de Hamburgo y la Ciudad Condal fue obtener fotografías de todos los objetos que pasaban por los centros de embalajes. Con estas fotos fueron construyendo una base de datos de imágenes con las que, no solo los robots empleados en la compañía conocían las dimensiones del producto, sino que se iba alimentando un sistema de aprendizaje automático y un algoritmo.
En las primeras pruebas, desde Amazon observaron que el nuevo sistema conseguía acertar en la identificación de productos con una precisión que casi llegaba al 80%, un dato muy positivo para un momento incipiente. Aun así, desde la compañía afirman que esta tecnología aún continúa en fase de mejora y que tardará un tiempo todavía en poder ser usada. Uno de los principales inconvenientes es que, en la actualidad, este sistema necesita una buena iluminación y la velocidad idónea en la banda transportadora para que las cámaras puedan hacer las fotos necesarias para que la AI haga su trabajo.
Desde Amazon señalan que puede darse otro inconveniente más: la manipulación por parte de un empleado. Esto también dificultaría la detección del objeto según cómo se sostenga. Para ello, desde la compañía también se está trabajando en brazos robóticos para dejar de depender de los de los humanos en esta tarea concreta.
Parece ser que este gigante de la distribución se lo está tomando muy en serio. Ahora solo queda esperar a que su sueño se haga realidad y que nosotros, los clientes, seamos los principales beneficiarios.
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